«Citizen Kane» o «El Ciudadano Kane», dirigida por Orson Welles en 1941 a sus 24 años, es una de las películas más influyentes y aclamadas de la historia del cine. Esta obra maestra revolucionaria nos sumerge en la vida de Charles Foster Kane, un poderoso magnate de los medios de comunicación, y nos invita a explorar su enigmática personalidad a través de la mirada de diferentes personajes. Además de su complejo argumento, Citizen Kane destaca por su destacada fotografía, que emplea diversos tipos de planos, encuadres y profundidades de campo para realzar la narrativa y transmitir emociones profundas.

Argumento

La película se desarrolla a través de una serie de flashbacks y entrevistas, donde los personajes principales revelan sus experiencias y opiniones sobre Charles Foster Kane después de su muerte. La historia se centra en la búsqueda del significado del enigmático último susurro de Kane, «Rosebud», a medida que los periodistas investigan su vida y carrera.

A lo largo de la narrativa, descubrimos la vida de Kane, desde su infancia hasta su ascenso al poder y su caída en desgracia. Su búsqueda implacable de éxito y poder lo lleva a construir un imperio mediático, pero también lo aleja de las cosas que realmente importan en la vida, como el amor y la amistad. Citizen Kane explora temas universales como la ambición, la soledad, el poder y la corrupción, mientras nos sumerge en la complejidad y las contradicciones de su protagonista.

Aspectos fotográficos

La película se destaca por su innovadora fotografía, que utiliza una variedad de técnicas para realzar la narrativa y crear una experiencia visualmente impactante. Orson Welles y su director de fotografía, Gregg Toland, emplearon diversos tipos de planos, encuadres y profundidades de campo para complementar y enriquecer la historia.

En términos de planos, Citizen Kane utiliza planos generales para establecer el contexto y mostrar la grandeza y el aislamiento de Kane. Estos planos transmiten la sensación de la vastedad de su imperio y la soledad que lo acompaña. Además, la película hace uso de planos medios y primeros planos para resaltar las emociones y las reacciones de los personajes, permitiéndonos adentrarnos en su psicología.

La profundidad de campo en Citizen Kane es notablemente amplia, lo que significa que tanto los objetos en primer plano como los de fondo están enfocados con claridad. Esta técnica permite que el espectador absorba los detalles de cada escena y ofrece una sensación de realismo y profundidad visual. La profundidad de campo también se utiliza para resaltar elementos clave en la composición, como el famoso trineo «Rosebud», que se muestra en primer plano con el resto del ambiente nítidamente enfocado en el fondo.

En cuanto a los encuadres, la película utiliza composiciones innovadoras y dinámicas. Welles y Toland experimentaron con ángulos bajos y altos, así como con encuadres asimétricos, lo que añade tensión y una sensación de inestabilidad a las escenas. Estos encuadres inusuales y audaces contribuyen a la estética única de la película y refuerzan la temática de la desorientación y la búsqueda de significado.

Gran Angulares

El uso de objetivos gran angular en Citizen Kane permite una profundidad de campo lateral y una mayor apertura del ángulo de visión, lo cual resulta en la utilización de techos visibles en las escenas. Aunque esto presentó desafíos en la iluminación debido a los diafragmas cerrados requeridos, se logró mediante el uso de luces intensas y techos falsos de tul. El efecto del gran angular también deforma la perspectiva y crea una sensación de estiramiento en profundidad, intensificando el impacto de la profundidad de campo. Esta técnica, combinada con tomas en contrapicado, genera una impresión de tensión y conflicto en la película. Los techos, por su parte, contribuyen a la sensación de un universo cerrado y abrumador para los personajes. Esta elección estética de Welles se alinea con la narrativa metafísica de la historia y añade una dimensión física y emocional a la imagen cinematográfica. El estudio del espacio en el cine destaca la importancia de las estructuras espaciales en la composición visual, y la deformación de la perspectiva vertical ha sido reconocida en otras formas de arte. En este sentido, el uso de techos visibles y la manipulación del espacio en Citizen Kane no son simples excentricidades, sino recursos formales que enriquecen la obra en su totalidad.

Sobre el uso del 18.5mm

«…No prefiero el objetivo de 18,5; simplemente soy el único que ha investigado sus posibilidades; no prefiero improvisar, sencillamente es que nadie improvisaba nada mucho tiempo. No es una cuestión de preferencia, ocupo las posiciones que no están tomadas porque en este joven medio de expresión, esto es una necesidad. Lo primero que hay que recordar cuando se habla del cine, es su juventud; y lo esencial para todo artista responsable es cultivar aquello que todavía es yermo. Si todo el mundo trabajara con grandes angulares, yo rodaría todos mis filmes en 75 rnm, pues creo muy seriamente en las posibilidades de tal objetivo; si hubiera otros artistas extremadamente barrocos, yo sería el más clásico que ustedes hubieran visto nunca. No actúo así por espíritu de contradicción, no quiero oponerme a lo ya hecho, sino ocupar un terreno virgen y trabajar en él.

…continuó trabajando con él porque ningún otro lo hace. Si viera continuamente en las pantallas planos rodados en 18,5, mi vista se cansaría. Trato siempre de hacer en mis filmes imágenes de las que no me encuentre ni fatigado, ni saturado. Si la gente usara y abusara del 18,5, yo no lo emplearía jamás; estaría harto de su típica distorsión y buscaría otro lenguaje para expresarme Pero realmente no veo tantas imágenes así como para cansarme de ellas, y puedo entonces mirar con frescura esta distorsión. No se trata en absoluto de una cuestión de afinidad entre el 18,5 y yo, sino, exclusivamente, de vivacidad de mirada. Me encantaría hacer un filme con un objetivo de 100 mm. en el que nunca se abandonaría el rostro de los actores. ¡Se podrían hacer tantas cosas! Pero el 18,5 es un invento capital. Hace ya cinco años que se pueden encontrar buenos objetivos de estas características y, ¿cuánta gente los ha utilizado? Cada vez que se lo doy a un operador se queda aterrorizado, al final del rodaje es su objetivo preferido. Quizás estoy ahora a punto de abandonar este gran angular: pienso, a veces, que para mí Don Quijote marcará el fin del 18,5…o tal vez no.»

Orson Welles

Iluminación

La iluminación en Citizen Kane desempeña un papel crucial en la narrativa visual al crear una atmósfera evocadora y misteriosa a través del uso de sombras y contrastes de luz. Esta película rinde homenaje al cine expresionista alemán, pero también se distingue por su propia interpretación de la iluminación basada en el sistema triangular de luces utilizado en los estudios estadounidenses. Esta técnica genera un contraste manejable sobre los personajes mediante luces y sombras principales y de relleno, así como luces laterales y desde los fondos. La combinación de estos elementos crea una estética visualmente impactante que destaca elementos clave en cada escena, resaltando los rostros de los personajes y revelando sus emociones más profundas. La iluminación en Citizen Kane contribuye a la atmósfera enigmática y sombría que rodea al personaje principal, añadiendo capas de profundidad psicológica a su retrato en la película.

Se pueden identificar dos estilos de iluminación: un contraste suave relacionado con la juventud y el ascenso al poder de Kane, y un contraste fuerte con penumbras marcadas (expresionista) que caracteriza la corrupción y la decadencia del personaje. Un ejemplo notable de este uso dramático y expresionista de la iluminación se encuentra en la escena en la que Kane redacta su declaración de principios.

En la producción de Citizen Kane, Toland tuvo la libertad de experimentar. Trabajó en conjunto con el director de arte Perry Ferguson para resolver el desafío de los techos visibles en el cine sonoro, especialmente en los numerosos planos contrapicados. Dado el ajustado presupuesto, Ferguson utilizó maquetas y dibujos mate junto con una cuidada iluminación para simular grandes escenarios.

En general, las escenas se filmaban con diafragmas abiertos, lo que resultaba en una profundidad de campo reducida, centrándose el enfoque en los primeros planos en lugar del fondo. Sin embargo, para lograr una mayor profundidad de campo, Toland implementó esquemas de iluminación donde las sombras desempeñaban un papel importante y dramático, separando el primer plano del fondo y generando un espacio dentro del plano bidimensional en el que todo estaba en foco. Además, utilizó técnicas como el incremento de la cantidad de luz para trabajar con diafragmas f/8 y f/16 en lugar de los habituales f/2.3 y f/3.5, así como ópticas más luminosas y películas de mayor sensibilidad disponibles en ese momento. Toland también aplicó un tratamiento especial a las ópticas con Vard Opticoat para reducir los reflejos internos y lograr una mayor transmisión de luz. Además, realizó modificaciones en partes de la cámara Mitchell para obtener mayor maniobrabilidad y movimientos fluidos.

La innovadora utilización de la luz, los contrastes y las sombras, así como la búsqueda de una mayor profundidad de campo, establecen un estándar cinematográfico que ha influido en generaciones posteriores de cineastas. Ciudadano Kane se destaca no solo por su poderosa historia y actuaciones, sino también por su logro técnico y artístico en la composición de cada plano, utilizando la iluminación como un recurso narrativo de gran impacto emocional.

Composición

En términos de composición, Citizen Kane presenta una gran atención al detalle y a la simetría visual. Los escenarios y los decorados se diseñaron cuidadosamente para enfatizar los temas y los mensajes de la historia. La disposición de los objetos en los planos y la forma en que interactúan con los personajes revelan aspectos de su personalidad y su entorno.

Orson Welles no solo utiliza a los personajes para relatar la historia sino que también se basa en los movimientos de la cámara, encuadres, composición en el plano, uso de la cámara subjetiva, y la utilización de espejos para la desfragmentación de los personajes.

Abundan las posiciones de cámara en contrapicado, y también en picado enalteciendo o disminuyendo a los personaje y sus interlocutores. También realiza tomas desde abajo integrando los pisos en el decorado como así también los techos.

La hazaña de contar una historia tan compleja se vio acompañada de un propósito igual de desproporcionado: jugar con la cámaras, las luces, los enfoques, en definitiva con las reglas que habían marcado hasta ese entonces las leyes rígidas de la cinematografía hollywoodense.

Hoy en día, ningún director novato de veintitantos años tendría un control tan completo de un proyecto importante. Y ningún director novato podría llegar a Hollywood con la ignorancia ingenua y la arrogancia de Welles.

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