En junio de 1984 durante la guerra de Afganistán, Steve McCurry se encontraba en el campo de refugiados de Nasir Bagh de Pakistán. El lugar era un laberinto caótico de tiendas de campaña. En el interior de una de ellas, la de la escuela, una niña fue lo primero que llamó su atención. Al percibir su timidez, la abordó en último lugar. Ella accedió a posar, con sus doce años nunca antes le habían hecho una foto.
La portada
La foto es conocida como «la muchacha afgana», una refugiada de inquietante mirada que se convirtió en un icono de la fotografía mundial.
Decisiones
En su libro «Untold The Stories Behind The Photographs» Steve McCurry cuenta que la publicación de la foto en la portada del número de junio de 1985 fue una decisión de última hora del director de la revista, en contra del consejo de su editor gráfico que había elegido un retrato de la misma niña en el que se tapaba la cara.
La imagen se convirtió en un todo símbolo de la crítica situación de los refugiados y víctimas de los conflictos armados.
La película utilizada
Para realizar la fotografía utilizó película Kodachrome 64 surgida en la década de 1930. Mc Curry fue el fotógrafo que reveló el último carrete de esta mítica película. Además empleó una cámara Nikon FM2 y un lente Nikkor 105mm Ai-S F2.5.
¿Qué pasó con la niña?
En 2002 National Geographic financió una nueva expedición para reencontrar a McCurry con la niña, diecisiete años después.
La tarea no era sencilla, no había casi información. Para ayudar en la búsqueda, los residentes más antiguos del campo de Nasir Bagh hicieron circular la fotografía de McCurry.
Gracias a estos esfuerzos alguien indicó a una mujer, su nombre Sharbat Gula.
En 2002 tenía 30 años de edad y tres hijos. Poco después de la primera fotografía se había casado con su actual marido y había regresado a una aldea de Afganistán.
Confirmación de su identidad
La identidad fue confirmada por inspectores forenses del FBI mediante una tecnología puntera de reconocimiento facial y la comparación de los iris de ambas fotografías.
Thomas Musheno, inspector forense del FBI, efectuó una comparación facial entre las fotos de finales de 1984 y las tomadas recientemente. «Estoy seguro al cien por cien de que es la misma persona», dijo.
También se comparó el iris de los ojos.
John Daugman, inventor de este método de reconocimiento es también profesor de informática en la universidad inglesa de Cambridge. Determinó matemáticamente que los ojos pertenecen a una misma persona. Los dibujos del iris, como las huellas dactilares, son únicos y pueden ser utilizados en procesos de identificación.
Gracias a ese reencuentro, McCurry supo el nombre de la niña y la edad que tenía y la joven refugiada pudo ver por primera vez su retrato.
Acciones positivas
National Geographic Society
ha decidido crear un fondo de ayuda, el Fondo para Jóvenes Afganas. La Sociedad trabajará en colaboración con las más acreditadas organizaciones sin ánimo de lucro para desarrollar oportunidades educativas destinadas a las niñas y las jóvenes afganas.
Investigación: A.R.
2 Comments
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Wau gracias por compartir con tanto detalle
Excelente!!!