Las cámaras Leica

La empresa Leica ha demostrado que su influencia y excelencia en la fotografía no conocen fronteras temporales. La fotografía de principios del siglo XX era una actividad muy costosa y técnicamente muy complicada. Un objeto pequeño apareció para cambiar la fotografía, se podía llevar a todas partes, pesaba 400 gramos, era considerado como una ‘pequeña joya’ por su diseño simple inspirado en las ideas de la Bauhaus.

Desde su fundación en 1914 por Ernst Leitz, la marca de cámaras fotográficas Leica ha sido sinónimo de excelencia y precisión en la industria de la fotografía. Con una historia rica y una dedicación continua a la innovación, Leica ha desempeñado un papel fundamental en la evolución de la captura de momentos a lo largo de los años.

El actual consejero delegado, Mat­thias Harsch, dice que la historia de Leica está ligada a la innovación, un aspecto constante en la mentalidad de la familia Leitz, propietaria de la empresa en sus inicios.

Matthias Harsch, consejero delegado de Leica.

Historia y contribuciones significativas

La historia de Leica se encuentra entrelazada con hitos revolucionarios en la fotografía. Aunque su nombre está ligado al de los Leitz, fue Oskar Barnack, un ingeniero de la empresa Ernst Leitz-Wetzlar, que en aquel entonces se dedicaba a la fabricación de microscopios y binoculares, el que concebiría en 1913 el primer prototipo, conocido como UR-Leica. Esta cámara, de peso ligero, empleaba rollo de película de 35 mm y requeriría más de una década de refinamiento y patentamiento antes de ser introducida en producción.

El primer modelo ya presentaba todas las características de diseño que han distinguido a las cámaras con visor Leica hasta la actualidad: cuerpo elegante y fino, la reducción a lo indispensable y sus prácticas medidas. Actualmente, la Ur Leica forma parte del archivo de Leica Camera AG, un tesoro histórico-cultural que se conserva en el interior de una caja fuerte.

Primer cámara Ur Leica.

La introducción de la Leica I en 1925 marcó un cambio de paradigma, ya que esta cámara compacta y portátil utilizaba película de 35 mm en lugar de placas de vidrio. Este avance permitió a los fotógrafos una movilidad sin precedentes y la capacidad de capturar escenas cotidianas de manera más espontánea.

Previo a la Segunda Guerra Mundial, durante un período en el cual Ernst Leitz II, quien había asumido el liderazgo tras su padre, junto a su hija Elsie Kuhn-Leitz, contribuyeron al rescate de judíos perseguidos, en ocasiones haciéndolos pasar como empleados, Leica ya había lanzado al mercado tres modelos de cámaras. «Durante las dos guerras mundiales, la empresa continuó su desarrollo de alguna manera y creo que en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta tuvo un desempeño excepcional», afirma Harsch.

Durante la Segunda Guerra Mundial y después de ella, las cámaras Leica se convirtieron en herramientas icónicas para fotoperiodistas y documentalistas, capturando momentos cruciales de la historia mundial. La Leica M3, introducida en la década de 1950, estableció nuevos estándares con su visor de enfoque rápido y su alta calidad de construcción.

Leica M3

“La cámara compacta popularizó la fotografía, no siendo un producto barato era más accesible que las cámaras anteriores y con Leica empieza a haber más aficionados a la fotografía”.

El Legado de Leica en la era digital

Con la llegada de la era digital, la fotografía experimentó una transformación fundamental. Leica, una marca profundamente arraigada en la historia de la fotografía, también abrazó este cambio. La transición de la película fotográfica a las cámaras digitales permitió a los fotógrafos explorar nuevas posibilidades creativas y técnicas. La visualización instantánea, la manipulación digital y la facilidad de compartir imágenes cambiaron la dinámica de la fotografía, y Leica fue parte de esta evolución.

Leica ha mantenido su compromiso con la calidad artesanal y la experiencia fotográfica auténtica. La marca ha demostrado ser un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden coexistir en perfecta armonía. Las cámaras digitales Leica han conservado la estética minimalista y el diseño distintivo que siempre las ha caracterizado, mientras que incorporan las últimas tecnologías para ofrecer un rendimiento excepcional.

Una de las características distintivas de las cámaras Leica es su diseño atemporal y minimalista, que ha atraído a fotógrafos y coleccionistas por igual. La combinación de funcionalidad y belleza ha convertido a las cámaras Leica en objetos de deseo, y muchos consideran que su apariencia es tan atractiva como su rendimiento.

Mercado

Aunque Leica ha enfrentado la competencia de los teléfonos inteligentes con cámaras cada vez más avanzadas, la empresa ha registrado un crecimiento en sus ingresos, alcanzando aproximadamente 500 millones de euros en el último ejercicio fiscal, un aumento del 11% con respecto al período anterior. Este éxito se atribuye en parte a la estrategia de posicionamiento en el mercado de lujo y a la adaptación de los consumidores en medio de la crisis de la covid-19.

Las cámaras Leica no son asequibles para todos los públicos, ya que tienen un precio de entrada que ronda los 1.300 euros para las compactas, alrededor de 2.500 euros para el cuerpo de la CL, unos 6.000 euros para el modelo Q3 y unos 8.800 euros para el modelo M11. Entre los usuarios de Leica se encuentran coleccionistas, entusiastas del estilo de vida de lujo y jóvenes interesados en la fotografía que ingresan al mercado a través de opciones de segunda mano.

Leica M11

La empresa tiene la ambición de aumentar sus ingresos a unos 700 millones de euros en los próximos tres o cuatro años. Para lograr este objetivo, el consejero delegado apunta a la expansión a nuevos mercados, el impulso del comercio electrónico y la diversificación de productos tanto dentro como fuera del ámbito de la fotografía, como relojes y proyectores. Además, se menciona el potencial del mercado de cine y televisión como una área de oportunidad para la empresa en el futuro.

Fotografías emblemáticas

A lo largo de la historia, las cámaras Leica han estado presentes en momentos trascendentales de la humanidad, capturando imágenes icónicas que han perdurado en el tiempo. Imágenes como el miliciano caído de Capa o el retrato de El Che de Korda. Recorre movimientos artísticos como la Neues Sehen (Nueva Visión)‘, donde se desarrolla la idea de que la Leica fue fundamental en la creación de un nuevo lenguaje visual.

Recoge las grandes imágenes del fotoperiodismo y las imágenes de la moda que también fueron modificadas con Leica al no tener que depender del estudio como un único espacio para la moda.

  1. Henri Cartier-Bresson y «El Instante Decisivo»: El legendario fotógrafo Henri Cartier-Bresson fue un ferviente usuario de las cámaras Leica. Su concepto del «instante decisivo», capturando momentos fugaces y significativos, se ha convertido en una parte integral de la fotografía documental. Su famosa imagen «Detrás de la Gare Saint-Lazare» es un ejemplo perfecto de su habilidad para capturar momentos efímeros con su Leica o muchas de sus fotos callejeras. Fotógrafo por excelencia de Leica, dijo de la cámara que era una extensión de su ojo.
  2. Robert Capa y la Playa de Omaha: Durante el Día D en la Segunda Guerra Mundial, el fotoperiodista Robert Capa utilizó una Leica para capturar imágenes en la playa de Omaha. Sus fotografías inmersivas y emotivas ofrecieron una perspectiva única de la invasión aliada y se han convertido en imágenes icónicas de la guerra.

    Famosas fotos tomadas durante el desembarco de las tropas aliadas en las costas del norte de Francia, casi se destruyen durante el accidentado proceso de laboratorio, para luego perderse el negativo.

     

  3. Sebastião Salgado y la Serie «Trabajadores»: El renombrado fotógrafo brasileño Sebastião Salgado empleó cámaras Leica para crear su serie «Trabajadores», que captura las vidas de personas que realizan trabajos manuales en todo el mundo. Su enfoque detallado y su compromiso con la narración visual han hecho de esta serie un testimonio duradero de la condición humana.

    De la Serie «Trabajadores» de Sebastião Salgado.

     

 

Deja tu comentario