Los modos de escena son configuraciones predeterminadas de imagen que ajustan la cámara dentro de unos parámetros específicos adaptados al tipo de fotografía que queremos realizar. Son esos pequeños iconos que hay dibujados en el dial superior de la cámara, como la mujer con el sombrero, las montañas, la flor, etc.
Estos modos pueden ser útiles para los principiantes que quieren aprender a base de ensayo y error, o para los casos de emergencia en los que no tenemos tiempo de ajustar manualmente la cámara. Sin embargo, los modos de escena tienen la desventaja de que no nos permiten tener un control total sobre los parámetros, ya que es la cámara la que decide por nosotros.
Son como atajos predefinidos en nuestra cámara que nos permiten adaptarla rápidamente a diferentes situaciones fotográficas. Cada uno de estos modos tiene un propósito específico y ajusta automáticamente ciertos parámetros internos para lograr el efecto deseado.
A continuación, vamos a ver algunos de los modos de escena más comunes y qué parámetros internos usan:
Modo paisaje
Este modo se utiliza para capturar escenas de naturaleza con gran profundidad de campo, es decir, con todo el plano enfocado. Para ello, la cámara selecciona una apertura reducida (número f alto) y una velocidad de obturación adecuada para la exposición. También suele intensificar los colores y la nitidez de la imagen. El icono que representa este modo es un paisaje con dos picos de una montaña.
Sin embargo, debemos recordar que no siempre queremos todo nítido en una foto de paisaje; a veces, un enfoque selectivo puede ser más interesante.
Modo retrato
Este modo se utiliza para fotografiar personas u objetos estáticos con poca profundidad de campo, es decir, con el fondo desenfocado. Para ello, la cámara selecciona una apertura amplia (número f bajo) y una velocidad de obturación suficiente para evitar el movimiento. También suele suavizar los tonos de piel y el contraste de la imagen. El icono que representa este modo es una persona con un sombrero.
Sin embargo, debemos tener cuidado con la distancia al sujeto y el fondo para evitar que partes importantes queden fuera de foco.
Modo nocturno
Este modo se utiliza para fotografiar escenas con poca luz, como atardeceres, ciudades iluminadas o fuegos artificiales. Para ello, la cámara selecciona una apertura amplia (número f bajo) y una velocidad de obturación lenta, lo que implica el uso de un trípode para evitar las trepidaciones. También suele aumentar la sensibilidad ISO y la reducción de ruido. El icono que representa este modo es una media luna o una estrella.
Sin embargo, el uso de trípode es esencial para evitar fotos borrosas debido al movimiento de la cámara.
Modo deporte
Este modo se utiliza para fotografiar sujetos u objetos en movimiento rápido, como deportistas, animales o vehículos. Para ello, la cámara selecciona una velocidad de obturación alta, lo que congela el movimiento y evita el desenfoque. También suele abrir la apertura (número f bajo) para compensar la exposición y reducir la profundidad de campo. El icono que representa este modo es una persona corriendo.
Sin embargo, debemos estar atentos a la exposición, ya que la apertura se abre para compensar la velocidad de obturación.
Modo macro
Este modo se utiliza para fotografiar detalles de objetos pequeños, como flores, insectos o joyas. Para ello, la cámara selecciona una apertura amplia (número f bajo) y una velocidad de obturación rápida, lo que permite acercarse al sujeto y enfocar una parte de él. También suele aumentar la nitidez y el contraste de la imagen. El icono que representa este modo es una flor con pétalos puntiagudos.
Los modos de escena son útiles para principiantes y situaciones rápidas, pero no debemos depender exclusivamente de ellos. A medida que avanzamos en nuestra habilidad fotográfica, aprender a ajustar manualmente los parámetros nos dará un mayor control creativo sobre nuestras imágenes.