Existe una película muy interesante desde lo visual y desde su historia (o historias), donde se plantean distintos destinos posibles de un niño dependiendo de algunas decisiones cruciales en su vida. Esta película belga se llama «La vidas posibles de Mr. Nobody«. Más allá de recomendar esta película especialmente por la parte estética parecería estar muy relacionada con el trabajo fotográfico de Phil Toledano.

El fotógrafo se obsesionó con su propio futuro intentando visualizar su futuro en imágenes, aunque con una mirada sombría (quizás para exorcizar las muerte de su padre). Se convierte de esta forma en decenas de personajes haciendo pruebas de ADN, consultas a adivinos y usando un maquillador protésico para visualizar las muchas posibilidades oscuras que podrían aguardarle: obesidad, desolación, apoplejía, aislamiento, suicidio y muerte violenta (por nombrar solo algunas).

«Es el ejercicio narcisista de un hipocondríaco»

En esta serie captura estas posibilidades en una serie de fotos inolvidables. Mientras tanto, su esposa y su hija se sientan al margen, preocupadas de que este proyecto deje a Toledano incapaz de imaginar un futuro positivo. Podríamos decir que Toledano en vez de ocultar sus temores, los enfrenta (y comparte).

«La gente me pregunta cuál es la imagen más aterradora para mí, y para mí es el hombre en una oficina, porque ¿qué significa si estoy en una oficina? Significa que he fallado como artista.»

Los muchos y tristes destinos del señor Toledano

El director Josh Seftel sigue a Toledano en un documental que ya lleva varios premios en su haber.