Autores: Sergio Larraín y su mirada mágica

Larraín fue un destacado fotógrafo chileno, conocido por sus imágenes poéticas y reflexivas de la vida cotidiana en Chile y otros lugares del mundo.

Sergio Larraín nació en Santiago de Chile en 1931 y comenzó su carrera como fotógrafo en la década de 1950, trabajando para revistas y periódicos locales. En el transcurso de su carrera, colaboró con importantes publicaciones como Life, The New York Times y Paris Match.

Larraín fue un fotógrafo que se destacó por su capacidad para capturar la belleza y la esencia de la vida cotidiana, utilizando una técnica fotográfica llamada «fotografía de acción», en la que capturaba a sus sujetos en momentos espontáneos y naturales. Sus fotografías a menudo incluían a personas de todos los estratos sociales y reflejaban la realidad de la vida en Chile en un momento de cambio social y político.

Sus fotografías se caracterizan por su intensidad y su capacidad para capturar la realidad de manera honesta y sin adornos. Algunas de las características de la fotografía de Sergio Larraín son:

  1. Fotografías en blanco y negro: Larraín utilizó principalmente la fotografía en blanco y negro durante su carrera, lo que le permitió enfatizar la expresividad de sus imágenes y destacar los detalles que quería resaltar.
  2. Enfoque en la denuncia social: Muchas de las fotografías de Larraín estaban enfocadas en la denuncia social y en la exposición de problemas políticos y sociales. Utilizó su trabajo como un medio para sensibilizar a la sociedad sobre los problemas que afectan a la población.
  3. Utilización del encuadre y la composición: Larraín prestó mucha atención al encuadre y la composición de sus imágenes, lo que le permitió crear fotografías estéticamente atractivas y con un mensaje claro.
  4. Fotografías de gran detalle: Larraín también se caracterizó por capturar imágenes de gran detalle, lo que le permitió transmitir la realidad de manera más precisa y honesta.
  5. Trabajo documental: Muchas de las fotografías de Larraín son consideradas documentales, ya que reflejan la realidad de manera cruda y sin adornos.

Durante un viaje a Perú, Larraín fue contratado por la revista «Life» para fotografiar la selva amazónica y sus habitantes. Sin embargo, al llegar al lugar, se dio cuenta de que no había llevado consigo su cámara. Ante esta situación, Larraín tuvo que improvisar y usó una cámara de juguete que había comprado para su hijo. A pesar de que la cámara no tenía ninguna de las funciones técnicas de una cámara profesional, Larraín logró capturar imágenes impresionantes de la selva y sus habitantes. Esta anécdota demuestra la creatividad y la determinación de Larraín para hacer su trabajo, incluso en las circunstancias más adversas.

Además de su trabajo como fotógrafo, Larraín también fue un activista social y político, y utilizó su trabajo como medio para denunciar la injusticia y la opresión en su país. Su trabajo fue reconocido en todo el mundo y fue expuesto en importantes galerías y museos de arte. Falleció en 2012, a los 81 años de edad.

En una ocasión, Larraín fue invitado a la casa del poeta chileno Pablo Neruda para fotografiarlo en su hogar. Larraín llegó temprano a la casa y esperó a que Neruda se levantara para comenzar la sesión de fotos. Sin embargo, Neruda tardó mucho tiempo en despertar y Larraín tuvo que esperar durante horas. Finalmente, cuando Neruda se despertó, Larraín le preguntó por qué había tardado tanto en levantarse. Neruda le respondió: «Yo no desperté, despertó la poesía».

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