Caminando por la ciudad de Nueva York en el año 1947 el joven Robert Wiles, que estudiaba fotografía, escucha un estruendo y se acerca con su cámara fotográfica. Cuatro minutos después hace una fotografía de una joven mujer que había caído sobre el techo de un automóvil.
En ese momento, este joven no sabía que dicha imagen sería luego publicada a página completa por la revista Life. En dicha publicación fue destacada como la «foto de la semana» titulándola «El suicidio más hermoso». La acompañaba el siguiente texto: «A los pies del Empire State Building, el cuerpo de Evelyn McHale reposa en calma sobre un ataúd grotesco, incrustado en el techo de un coche”.
La joven muerta era una joven californiana de 23 años que saltó del mirador del piso 86 del edificio Empire State. Tras caer más de 170 metros, se estrelló sobre el techo de una limusina, estacionada frente al edificio. Se supo que tenía planeado casarse un mes después. En el mirador, junto a su abrigo, su bolso y una cajita con maquillaje se encontró una nota de suicidio.
En dicha nota se podría deducir que sufría de algún tipo de depresión que también afectó a su madre.
“No quiero que nadie, sea o no de mi familia, vea mi cuerpo, ¿podrían incinerarlo? Ruego que no se organice ningún funeral o acto en mi memoria. Mi prometido me pidió que nos casásemos en junio. No creo que yo pueda ser una buena esposa para nadie. Estará mucho mejor sin mí. Tengo muchas de las tendencias que tenía mi madre, pregunten a mi padre”.
No hubo funeral y su cuerpo fue incinerado, pero su deseo de no ver su cuerpo fue todo lo contrario.
Un cuerpo apaciblemente reposado, sin rastros de haber sido violentado o con muestras de sangre, un rostro que refleja la paz propia de un sueño, los pies entrecruzados y su mano tomando su collar. De alguna insólita manera parece que el coche hubiera abrazado su cuerpo, se hubiera sacrificado para evitar un sufrimiento mayor a Evelyn del que ya padecía en vida. Una aparente serenidad y rara belleza. Ahí radica una de las características de la fotografía, su capacidad para transformar lo feo en hermoso, lo grotesco en atractivo, el dolor en belleza.
Parte de la cultura popular
La foto de Wiles más tarde captó la atención de Andy Warhol, que se apropió de ella para crear una serie llamada Suicide (Fallen Body), en 1962.
También se encuentran referencias por ejemplo en un videoclip de Taylor Swift.
En la portada del disco Gilt de Machines of Loving Grace.Parte de una campaña publicitaria para Neiman Marcus, Giorgio Armani y Norma Jean Roy recrearon la escena con Drew Barrymore.
Portada de la revista GQ.
Belleza y dolor
Es interesante también pensar sobre el papel de la fotografía con la realidad y veracidad de las imágenes. Como señaló Susan Sontag en un ensayo “El impacto ante las atrocidades fotografiadas se desgasta con la repetición… En las últimas décadas, la fotografía ‘comprometida’ ha contribuido a adormecer la conciencia tanto como a despertarla”. “Una foto puede ser terrible y bella. Otra cuestión es si puede ser verdadera y bella. La gente identifica la belleza con el fotograma y el fotograma, inevitablemente, con la ficción”.
Robert Wiles encontró aquel día de 1947 una fotografía eterna, la única que llegó a publicar ya que nunca fue un fotógrafo profesional.