El Balance de Blancos es un aliado para ajustar el tono general de la iluminación y permitir desde colores reales a manejos artísticos y creativos.
Los colores registrados por nuestra cámara dependen de la iluminación, y la luz que tenemos en el ambiente no es siempre la misma. Puede ser natural o artificial, y además puede tener una temperatura de color o dominante diferente, es decir, puede ser más fría y tender más hacia tonos azulados, o ser más cálida y tender hacia tonos amarillos, anaranjados o rojizos.
Esto va a influir en cómo se vean los colores de los objetos. Se pueden presentar dos opciones, una donde necesitemos los colores reales o donde eso no sea lo fundamental en la escena.
En fotografía de productos es fundamental respetar los colores de las cosas, especialmente del producto en cuestión. Si nuestro producto es una remera azulada y el color de la misma se ve afectado por la iluminación, estaremos mostrando al cliente un color que no recibirá cuando le llegue el producto y ese es un problema. Hacer un correcto ajuste del color mediante el balance de blancos es fundamental.
Si esta escena tuviera algo blanco, gris o negro (neutro), en dichas zonas se apreciaría una dominante de color. Es por eso que a partir de ese tipo de zonas podemos darnos cuenta cual es el ajuste que debemos aplicar. Entonces en este tipo de casos es útil usar una Carta de Color, que es luego lo que nos brindará una zona para una correcta medición.
En el caso de querer acentuar artísticamente el tipo de escena fotografiada mediante un tono general en la luz es posible alterando el balance de blancos para hacerla más cálida o más fría. Esto es muy usado en películas, dotando de más calidez o frialdad a las escenas mediante el uso de la iluminación o la postproducción (etalonaje).
Grados Kelvin
La temperatura de color es el grado de calidez o frialdad de la luz visible, lo cual se mide en grados Kelvin. La temperatura de color se basa en el principio de «radiador de cuerpo negro» que emite luz con una distribución de frecuencia característica de su temperatura. Para medir la temperatura del color de una fuente de luz se emplea la escala Kelvin. La temperatura más baja se corresponde con los colores rojo, naranja y amarillo: el espectro más cálido. Por otro lado, las temperaturas más altas son las del azul y otros colores más fríos.
Para obtener los grados Kelvin de la luz blanca, se utiliza una técnica llamada «radiación del cuerpo negro», que implica calentar un objeto a una temperatura conocida y medir la cantidad de radiación que emite en diferentes longitudes de onda. Por lo tanto, al calentar un objeto a una temperatura conocida, se puede determinar la temperatura de color de la luz blanca que emite y, por lo tanto, su temperatura en grados Kelvin.
La luz blanca se puede clasificar en diferentes temperaturas de color, que van desde unos 1.500 K (luz cálida o amarilla) hasta más de 10.000 K (luz fría o azulada). Por ejemplo, una luz blanca cálida de 2.700 K puede ser adecuada para un hogar, mientras que una luz blanca fría de 5.000 K puede ser más adecuada para una oficina o un taller.
Corrección del Balance de Blancos
El balance de blancos es un control de la cámara que sirve para equilibrar los niveles de los colores básicos rojo, verde y azul (RGB) con el objeto de que la parte más brillante de la imagen aparezca como color blanco, y la menos brillante como negro. Si realizamos el balance de blancos correctamente, esos blanco y negro serán puros y no tendrán ninguna dominante de color.
El balance de blancos nos servirá para decirle a nuestra cámara qué temperatura de color hay en el ambiente, para que ella pueda establecer cuál es la corrección que debe aplicar y de esta forma modificar el tono general de la escena. Es algo parecido a aplicar un filtro de color delante del objetivo de la cámara.
El Balance de Blancos en la fotografía digital
Cuando se captura una imagen, la cámara debe interpretar la temperatura de color de la fuente de luz, ya que la misma puede variar desde una luz natural diurna a una luz de tungsteno, fluorescente, LED, entre otros.
La mayoría de las cámaras digitales tienen varios ajustes de balance de blancos preestablecidos, como luz diurna, nublado, fluorescente, tungsteno, etc., y algunos modelos también permiten ajustes personalizados o manuales. Estos ajustes de balance de blancos cambian el tono general.
Aquí hay una lista general de los valores de temperatura de color para algunos ajustes comunes de balance de blancos:
- Luz diurna: alrededor de 5.500 K
- Nublado: alrededor de 6.000 – 6.500 K
- Sombra: alrededor de 7.000 – 7.500 K
- Luz de tungsteno (incandescente): alrededor de 3.000 K
- Luz fluorescente: alrededor de 4.000 K – 5.000 K
- Luz de flash: alrededor de 5.500 K
- Personalizado: el usuario puede seleccionar la temperatura de color deseada.
Es importante tener en cuenta que estos valores son solo aproximados, y la marcación de cada temperatura puede variar según la marca y modelo de la cámara.
La mayoría de cámaras modernas tienen la función de balance de blancos automático (AWB), que ajusta el balance de blancos automáticamente según la fuente de luz detectada en la escena. Para hacer esto, la cámara utiliza sensores de luz en el sensor de imagen o en la cámara misma para medir la temperatura de color de la luz que está presente en la escena y ajustar el balance de blancos en consecuencia. Es importante entender que la cámara puede equivocarse al usar este modo, pero en la mayoría de los casos funciona correctamente.
Calibración en «modo experto»
También es posible seleccionar la temperatura de color (K) exacta a corregir, para ello debemos saber cual es de antemano. Con ajustes de precisión en el eje ámbar – azul y en el eje verde – magenta. El eje horizontal (ámbar-azul) corresponde a la temperatura de color, mientras que el eje vertical (verde-magenta) tiene efectos similares a los correspondientes a los filtros de compensación del color (CC).
Otra forma más precisa existe en algunas cámaras como personalizado. Consiste en encuadrar una zona gris y hacer la medición. La cámara nos dará la corrección exacta para que ese color bajo esas condiciones de luz se vea gris, o sea sin ninguna predominante de color.
Los archivos RAW
Por último, en cuanto al ajuste de WB en las fotos raw, este ajuste se puede hacer después del disparo en programas como Lightroom o Photoshop a diferencia de los archivos en jpg. El formato RAW es un contenedor de información que almacena la imagen tal cual fue capturada, no tiene aplicado ningún ajuste de color. Por ende es luego en el postprocesado donde se ajustan los valores de toda la imagen mediante el uso del Balance de Blancos.
Por eso, más allá de lo que nos muestren las miniaturas de nuestra cámara con el ajuste seleccionado, vamos a poder modificar dicha corrección en postproducción, cosa muy difícil en un jpg. Esto se puede ver más ampliado en nuestra nota sobre archivos raw.
Entender cómo funciona la luz, sus componentes y las correcciones que permite la cámara fotográfica es fundamental para entender que podemos hacer con la misma en distintas situaciones.