La mejor forma de almacenar nuestras fotos es con toda la información tal cual fue capturada por el sensor, el formato RAW.
El formato RAW (o «crudo») es la información original captada por el sensor sin que el software de la cámara le aplique ninguna corrección. Este es un archivo que contiene información de la imagen, pero no es un archivo de imagen listo para ser exhibido. Necesitaremos exportarla a un formato utilizable como tiff, jpg, png, etc… Si bien la cámara puede darnos estas versiones listas para usar, al obtener el archivo crudo estamos evitando que el procesador de la cámara haga los ajustes sobre la imagen. Estos ajustes podrán ser mejor controlados desde nuestro ordenador más tarde en el denominado «revelado» (con algún software que manipule estos archivos raw).
Características
Los RAW son archivos grandes, ya que contienen la totalidad de la información capturada y suelen estar comprimidos pero sin pérdida de la información. Usan una profundidad de color por lo general de 36 a 48 bits/píxel mayor a la que terminamos usando luego en nuestras versiones para web o impresión.
Los archivos raw se conocen también como negativos digitales.
Más allá de toda esta inmensa información, en el momento de hacer la foto en nuestra cámara podemos optar por almacenar una versión en JPG (ya sea la copia RAW + JPG o solamente el JPG).
¿Cual es la diferencia entre un JPG y un archivo RAW?
Haciendo un paralelismo con una grabación musical, sería como disponer en el caso del RAW de la grabación de cada uno de los instrumentos por separado mientras que en el JPG tendríamos una versión final ya mezclada del tema.
¿Con cuál sería mas fácil subir el volumen de un instrumento en particular? ¿o silenciarlo? ¿o aplicarle algún efecto?
Bueno, desde la versión final en JPG se nos haría difícil y hasta imposible lograr ciertas cosas. Disponiendo del material completo esto es mucho más sencillo.
Un archivo RAW contiene mucha más información que la soportada por el archivo que generemos en la exportación. Podremos trabajar sobre la luminancia, el contraste, la saturación, balance de blancos, etc… más fácilmente y con mayor amplitud.
Volviendo al ejemplo musical, podremos mezclarlo a nuestro gusto y generar nuestra propia versión en vez de tener que trabajar a partir de la versión generada por la cámara que es más acotada.
Además el archivo JPG es una versión comprimida, con lo cual siempre hay perdida de información y contener defectos indeseados (dependiendo el uso final de la misma).
Desde la cámara misma tenemos niveles de compresión (fine, medium, basic…) con menor o mayor tamaño final y pérdida de detalle.
¿Y la imagen que veo en el visor de mi cámara?
Este es un punto importante. Esa imagen es una versión JPG hecha por la cámara. Simplemente la cámara debe generar una imagen que podamos ver, pero no es el RAW.
Debemos tener en cuenta que es posible que veamos por ejemplo algunas zonas sobre expuestas en esta versión, pero no quiere decir que esas zonas estarán «quemadas» en el RAW. Es solo la interpretación o versión que hace la cámara de ese RAW.
A su vez todos los ajustes que se hacen en la cámara como contraste, saturación, D-lightning, etc… no actúan sobre el archivo RAW, pero si en la versión JPG (como la que vemos en el visor) es por eso que aveces difieren tanto.
En el caso del RAW los ajustes que hagamos con la cámara no estarán aplicados sobre la imagen. Serán guardados como metadatos para que se apliquen luego mediante algún software que los sepa interpretar. Igualmente siempre podemos optar por modificarlos fácilmente sin perjudicar la imagen original que siempre estará disponible.
Un caso importante es el del balance de blancos. Este ajuste se hace una vez hecha la imagen aplicando una corrección de color (osea en la versión JPG). Si hacemos un balance de blanco erróneo, no habrá forma de corregirlo.
En el RAW al no estar aplicado y ser solamente un dato que luego se interpreta, se puede modificar sin perjudicar la foto original. Más allá que veamos una imagen con dicho balance en la previsualización como ya dijimos, el RAW no tiene balance de blanco.
Reducción de Ruido
El único ajuste en cámara que actúa sobre el RAW es la Reducción de Ruido (RR). Lo que hace es reducir la variación aleatória de color que se produce en cada pixel.
Para hacer esto, el método es muy sencillo. Una vez hecha una foto de larga exposición (donde mejor funciona) inmediatamente después la cámara hace otra foto pero sin abrir el obturador, osea en negro. De esta forma se genera una imagen solo con el ruido.
Simplemente falta restar este ruido generado a la foto anterior y obtendremos una imagen mas nítida.
Es por eso que al hacer una foto de larga exposición debemos esperar la misma cantidad de tiempo que la foto anterior para ver la imagen final.
Podemos, para una mayor rapidez entre toma, desactivar esta opción desde el menú.
Distintas marcas, distintas versiones
No vamos a encontrar un archivo «.raw», cada marca tiene su versión o tipo de formato. Como muchas veces pasa, los distintos fabricantes no se han puesto de acuerdo:
- .raf (Fuji)
- .crw .cr2 (Canon)
- .tif .k25 .kdc .dcs .dcr .drf (Kodak)
- .mrw (Minolta)
- .nef .nrw (Nikon)
- .orf (Olympus)
- .dng (Adobe)
- .ptx .pef (Pentax)
- .arw .srf .sr2 (Sony)
- .x3f (Sigma)
- .erf (Epson)
Cada uno de estos formatos son fácilmente interpretados por el sofware que provee cada marca, pero se complica cuando queremos trabajarlos desde otros programas.
Unificando criterios
Hay iniciativas para estandarizar estos formatos como el OpenRAW pero todavía sin mucho éxito entre las distintas marcas.
Otra propuesta más exitosa gracias al prestigio y difusión de sus softwares es la de Adobe con su formato DNG (Digital Negative Format).
DNG de Adobe
El archivo DNG es un formato que no pierde información en el proceso de conversión desde un archivo RAW de alguna cámara.
Ya que luego usaremos seguramente programas de la misma empresa (Photoshop, Lightroom, Bridge, etc…), este será fácilmente interpretado.
Como ejemplo, cuando importamos en Lightroom (LR) el mismo programa nos indica si queremos convertir nuestros archivos a formato DNG. Tengamos en cuenta que cameraRaw y Lightroom comparten el mismo «motor».
Un archivo DNG es aproximadamente un 15% más pequeño que el original. No tiene perdida de la información de la metadata, ni la información de la configuración de la cámara, ni la calidad de la imagen (si no usamos el formato Lossy).
ADOBE descarta información que no reconoce, como podría ser la funcionalidad D-Light de Nikon.
Otra ventaja que obtenemos en LR con este formato está relacionada con el archivo XMP (sidecar) donde se almacena la información de edición realizada a la fotografía. Cuando hacemos un ajuste, se crea un pequeño archivo adicional que almacena esta información. Con el DNG no se necesita este segundo archivo ya que se “incrusta” dentro del mismo.
Conclusiones
Como vemos usar el formato RAW nos da mas ventajas a la hora de aplicar ajustes a la foto. Pero más allá de lo que podamos explicar, lo mejor es hacer una prueba:
Hace una foto en JPG y luego en RAW. Abri ambas en algun software que las soporte, como Photoshop o Lightroom y aplicale ajustes. Vas a notar rápidamente los impedimentos que tiene un archivo JPG para ello.
2 Comments
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Interesante la nota…,solo encuentro una diferencia,cuando hago las fotos en RAW si la sub-expongo o la sobre-expongo,eso no solo aparece en el visor de la camara,si no que,cuando abro el archivo en el editpr RAW tambien aparece asi. sI no entendi mal,en el texto dice que la imagen que uno ve en la camara es una version JPG para ver la imagen como la hicimos (estoy de acuerdo),pero en el RAW estas modificaciones aparecen,la imagen original que vemos en el editor es la misma que hice en la camara. Cuando abro el archivo en el editor RAW de Canon,me aparece la imagen exactamente como la hice,claro que,al ser RAW las modificaciones que pueden hacersele son infinitamente mayores a las que se accede en JPG.